
¿Cómo sanar un trastorno alimenticio?
Un tema muy tabú
Este post es MUY personal. Hoy quiero tratar un tema muy tabú, que hace mucho daño, y al que me gustaría dar visibilidad a través de mi experiencia, pero también de lo que sé al respecto.
Hoy quiero abrir una serie de vídeos y de posts acerca de los trastornos alimenticios. Un trastorno que me golpeó y se quedó conmigo durante más de 10 años.
MI HISTORIA
Para este primer post introductorio, te contaré simplemente mi historia.
Muchos la conocen ya, porque la he compartido en mi Instagram, y hoy la quiero contar aquí.
Sufrí ortorexia durante muchos años. Ortorexia con episodios de bulimia y comportamientos anoréxicos. O algo así. Y es que ese es el tema: a veces, un trastorno alimenticio no se puede definir. Todos se entrelazan y unos llevan a otros.
Y esa es una de las dificultades aparentes cuando uno decide sanar un trastorno alimenticio.
Desde que me certifiqué en la Universidad de Oxford y empecé a trabajar con otras personas para liberarles de la comida (te invito a checkear mi cuenta de instagram Food Freedom), entendí que todo está muy conectado: los comportamientos, las emociones, los pensamientos… y los trastornos entre si.
EL ORIGEN
Volviendo a mi caso: no te sabría decir cuando empezó ni si siquiera hay una cronología exacta para todo esto, pero te diré que siempre me importó mucho mi silueta.
Y nunca la miré con buenos ojos. Me obsesionaba (ahora mucho menos, pero sigo vigilando mi pequeña autocrítica cuando la veo) inmensamente mi tripa.
Desde muy joven (hola Britney Spears). Siempre quise ese cuerpo esbelto que no es acorde ni con mi cuerpo ni con mi constitución, y ahí empieza todo el problema.
la preocupación por la silueta
La obsesión por la delgadez, o por conseguir una silueta definida es la raíz de muchos trastornos alimenticios. Y os hablo de una obsesión desmedida, que define la autoestima, a ojos del individuo que la practica.
En muchos casos, esa importancia desmedida (y no, no es superficial, dejemos de decir eso porque no ayuda nada) es un pilar fundamental de todo el mecanismo y engrenaje tóxico que sostiene un trastorno alimenticio.
impactos psicosociales graves
Así que eso siempre estuvo conmigo. Y fue creciendo. Y fui cortando y restringiendo mi dieta. Y funcionaba. Así que yo, contenta, seguía.
Funcionaba, pero solo funciona un tiempo.
comportamientos y hábitos insostenibles
El problema, es que cuando ya no fue sostenible, mi carácter perfeccionista y mi falta de autoestima hicieron que, lejos de abandonar esa nueva autoexigencia autoimpuesta, eligiese aferrarme a ella.
Y llegó un desamor muy doloroso, y mi emancipación, y mi carrera profesional en el mundo de la moda… y esa autoexigencia me empezó a comer, y ya no era autoexigencia, era esa sensación de autocontrol que no se me podía ir de las manos, nunca.
Y seguí adelganzando, y ‘controlando’, cuando en realidad era todo lo contrario: mi trastorno me estaba controlando.
Restringí mi dieta al máximo, con reglas muy estrictas y muchos alimentos, macronutrientes o elementos prohibidos.
Y eso, poco a poco, fue destrozando mi vida: le hizo primero mucho daño a mi vida social, a mi estabilidad emocional, a mi día a día… dejé de vivir para sobrevivir.
dificultad número 1: el apego
Cuando tienes un Trastorno de la Conducta Alimentaria, todo lo demás desaparece: todo gira alrededor de ese problema: organizas tu vida profesional, personal, diaria alrededor de las exigencias de tu trastorno. Es inevitable.
Y es complicado porque hay cierto apego a lo que te ocurre: una parte de ti quiere soltarlo y liberarse pero la otra no.
Y lo intentaba, intentaba entender el por qué, entender de dónde venía, pero el tema es que la respuesta no estaba ahí.
cómo sanar tu trastorno alimenticio
Creo firmemente que la respuesta NO está en el pasado, sino en el ahora, en entender cuáles son los mecanismos que mantienen tu trastorno.
Identificarlos y trabajarlos es la manera de salir de ahí. Y así salí yo, muy de a poquito y también a la vez que emprendí un cambio de vida personal brutal.
Pero esa metodología es también la que estudié y practico: la terapia cognitivo conductual aplicada a los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
Me certifiqué en Oxford, una de las mejores universidades del mundo, y el lugar en el que nació un método muy eficiente que aplico ahora a mis clientes.
yo te ayudo
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